martes, diciembre 01, 2009

Un menjunje de sinvergüenzas e inesperadas sorpresas

La delgada línea roja

Por: Fidel Ríos G.

Tras los bochornosos sucesos que marcaron el 2008 -por ejemplo, con los petroaudios-, tal parece que la ausencia del Estado en generar mecanismos de concertación, como mesas de dialogo sobre corrupción y conflictos provincianos hubieran sido determinantes para aplacar los brotes de convulsión en el país, o tal vez capacitar a los congresistas en Ciencias Políticas y Gobernabilidad, en vez de distribuir los llamados `gastos operativos´. ¿Usted que opina? ¿Somos responsables de esta barbarie instalada en el hemiciclo o más bien deviene del propio poder?

A contracorriente de lo que pudiera ejercer o no el gobierno de García, las sucesiones de errores en el Poder Legislativo llegaron con nombre propio e incluso generaron calificativos como el `robaterreno´, `robaluz´, `mataperro´, entre otros impresentables, elegidos -lamentablemente- mediante un sistema democrático el cual desató más de una situación de inestabilidad al Estado de derecho.

No es novedad. El viaje de la congresista Rosario Sasieta, la autodenominada señora ley -algo así como la disque abogada de los pobres, Laura Bozzo- esboza un anunciado broche de oro al parlamento nacional, debido a su nada despreciable viaje en 2008 a Barcelona, Roma y Venecia presumiblemente con goces de haber, es decir, con la plata de todos los peruanos, al que tanta falta le hace promover nuevas reformas constitucionales en virtud de educación, salud y trabajo.

Aunque no ha sido el único caso en el buffet periodístico, debemos tener en cuenta cuan importante es la política exterior, como lo acontecido en las elecciones presidenciales en Uruguay y Honduras, este último sacudido por el golpe de Estado de Micheletti a Zelaya, y qué depuso las intenciones de éste a repetir el plato en el banquillo presidencial. Algo que a boca de Chávez sorprendentemente causó `indignación´ y profundo rechazo. ¡Aunque usted no lo crea!

Fuera de las polémicas reacciones de Chávez -que ésta enquistado en el poder desde hace un buen tiempo, y al parecer trata de imitar a su paria Fidel Castro- y la desaprobación del gobierno de Lula al recién electo mandatario hondureño, Porfirio Lobo (de derecha), después que el depuesto Zelaya prácticamente se asilara en Brasil y pidiera apoyo a Latinoamérica para así generar ruido político y tal vez volver al sitial que un día ostentó, el gobierno de Obama se limitó a calificar los comicios en Honduras como `parte esencial de la solución a la crisis´. Haciendo valer, en desdén de sus detractores, la arremetida de Micheletti y la figura del más fuerte.

De otro lado, si antes no entendía la posición del oficialismo -trasladado a las experiencias del oficialismo peruano-, ahora me desentiendo verdaderamente de ella pues ¿cómo es posible que un ex terrorista, que en la década de los sesenta desatara el desorden, la lucha armada y atente contra gobiernos democráticos, sea elegido presidente constitucional de la República de Uruguay? Justamente, el izquierdista José Mujica (74), ex guerrillero de Uruguay se llevó los comicios en su país con un amplio margen del 50 por ciento en segunda vuelta y sorprendió a propios y extraños dado a sus rojos antecedentes.

Para Lacalle, su competidor en las urnas, no le quedo otra que darse media vuelta e irse sin pena ni gloria a la calle (obtuvo un 45 por ciento) y preguntarse lo que Chávez aún no concibe -y muchos peruanos tampoco-, sobre el hecho que días antes Mujica afirmara que admira la política adoptada por Lula, más no del principal adulador de la isla.

Frente a ello, hay que esperar las últimas semanas del presente año con los ojos abiertos y desconfiados por lo que aún pueda pasar. Al final, no dicen que el enemigo de un peruano es otro peruano, sino miremos al espía FAP Víctor Ariza Mendoza, que vendió información estratégica militar al país del sur.

No hay comentarios.: