martes, noviembre 10, 2009

Te quiero, pero a veces...

De lo escrito a lo mundano

Por: Fidel Ríos G.

Lo sublime de sentirse libre es leer a Gabriel García Márquez en Vida para Contarla, publicación que recoge pasajes insospechados de Gabo -sus primeras trabajos como redactor y el rechazo total de su familia- y su travesías por una embarcación rudimentaria, demandada por la prostitución en días y noches tan, pero tan peculiares como el de uno mismo.

El peligro lo irradian las calles y nostalgias que, situados en la barca, convierte el miedo en una especie de consigna o peregrinación de vida. Algo así como ejecutar la señal de la cruz al verse sorprendidos con una imagen. El frio, casi acompañante fiel, puede estigmatizarse con pensamientos constantes. Adheridos por una razón. Si bien los cumples o los dejas pasar. Dicen que lo interesante es practicarlos, ¿pero si fallas? Depende de cómo te hayas arrojado, en sentido figurado.

Similar. La novela también describe las peripecias que pasó el `Alquimista´, libro que llevó a la fama a Gabo en el mundo y su estratósfera. Imaginar no cuesta nada. En tanto, tú puedes encarnar el espacio y el terreno ser bipolar, pero lo que debe primar es tu astucia para iniciar un proyecto. El razonamiento no es más que un primera etapa, bien sabes a donde se dirige éste. Es decir, si no captaste, el cuerpo no deambula sólo, sino lo hace por un pedido.

Aunque te encuentres en un lugar cerrado, vacio o te consideres insociable, ríete de todos y comienza a vivir. Si resulta de cuadritos, entonces inténtalo nuevamente, así como dicta la frase: ``si te caes, levántate y vuelve´´. Libera tu mente y acepta los cambios. Cambia tu perspectiva y amolda tu vida. Si insultaste ayer, pide perdón hoy. Si fuiste infiel, laméntalo y no seas ilusos vete y viaja a Johannesburgo o Piedradura, porque si te encuentro haré mi propia historia pero con tu tristísima vida. La moneda no cae dos veces en el mismo sello.

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